El proyecto Dibujar Energía se originó en el desierto de Atacama, Chile, año 2014, región donde la artista recorrió diversos puntos geográficos energéticos que le sirven de inspiración y reflexión. Desde ascensiones a volcanes hacia los valles secos del desierto y trabajo en taller, se fue gestando un proceso creativo interpretativo y sensorial a través del dibujo automático, donde se libera un impulso inicial de escritura gráfica, sin ocupar la visión. En este proyecto se usa por primera vez el gran formato, a través de la unión de piezas gráficas para conformar una instalación. Este proyecto se incluyó en el evento multidisciplinario Tecnologías de Encantamiento. Arte Cinético, Música y Shamanismo Sudamericano (Museo de Artes Decorativas, 2016) que reúne esta serie de obras gráficas surgidas de los dibujos automáticos y de la investigación de la vibración óptica generada por la geografía del desierto. Dos de estas obras verticales en serigrafía de gran tamaño fueron incluidas en la exposición colectiva de la Colección MAC: Post 90 II en el año 2018. “Dibujar energía partió del deseo de hacer un dibujo sin mirar, siguiendo un impulso interno del cuerpo, lo que más tarde supe, es conocido como dibujo automático”